Las Relaciones Perú e Italia
¿Nuestro mejor socio europeo?
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Italia es un bello país, de vasta cultura y que ha trascendido muy profundo en la historia de la humanidad, siendo el escenario donde se desarrollaron brillantes mentes como Leonardo da Vinci o Galileo Galilei; y, fue la cuna de una las civilizaciones más significativas que jamás hayan existido, el imperio romano.
A 2018, según el “Índice de Prosperidad Legatum ”, Italia se encuentra en la posición número 30 de países con mejor calidad de vida – treinta puestos por encima del Perú –. Esto, se debe a muchos factores que han dañado, según señalan The Economist y Reuters, al país europeo, como la ineficiente burocracia, que aleja a los inversionistas ; o, un Estado que se ha visto forzado a calcular su realidad económica incluyendo el tráfico de drogas, la prostitución y el contrabando de alcohol y tabaco .
Por otro lado, las relaciones peruano italianas brotaron hace siglos y fueron fortaleciéndose con el discurrir del tiempo, forjando uno de los lazos más cordiales que mantiene el Perú con cualquier otro Estado europeo.
Historia de las relaciones Perú - Italia
Es el 23 de diciembre de 1874, que las relaciones diplomáticas se establecen de forma oficial entre ambos países, con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, el inaugural de muchos otros acuerdos – ochenta y seis a la fecha – que fortalecerían la relación bilateral.
Algunos de los hitos más destacados de esta relación son el “Memorándum de entendimiento sobre cooperación en asuntos migratorios” firmado en 2002, que busca garantizar una inmigración saludable, segura y sujeta a derecho, en contra de la clandestinidad y la trata de personas; en 2004 y 2012, respectivamente, se celebraron la Primera y Segunda Reunión del Mecanismo de Consulta Política, cuyo objetivo fue reforzar las relaciones ítalo-peruanas y promover el comercio y el flujo de inversiones a nivel bilateral; posteriormente, en 2014, se firmó la Carta de entendimiento entre el Ministerio de Defensa de la República del Perú y el Ministerio de Defensa de la República Italiana, que esencialmente, es la adquisición de dos unidades navales provenientes de la Marina Militar Italiana para el Perú.
Las últimas reuniones significativas sucedieron en 2015, en Lima. Ese año, el entonces Primer Ministro italiano, Matteo Renzi y, meses más adelante, la Ministra de Defensa, arribaron al Perú, a efectos de reunirse con las autoridades locales con el objetivo de impulsar la cooperación política y económica entre ambos países.
Pero, las visitas también fueron realizadas con otro motivo, reunirse con la comunidad italiana en el Perú.
La inmigración italiana en el Perú
Diversos son los personajes italianos que han tenido un papel trascendente en el Perú, desde estudiosos como Antonio Raimondi hasta héroes de la patria como Francisco Bolognesi, cuyo padre fue genovés.
La inmigración italiana hacia nuestro país comenzó en el siglo XVII, principalmente llegaron marineros reclutados por la corona española, debido a la falta de mano de obra experta en navegación; del mismo modo vinieron muchos comerciantes y clérigos, así como algunos artistas renacentistas como Mateo Pérez de Alesio, quien trabajó con Miguel Ángel y fue autor de algunas de las obras de arte que adornan a la Capilla Sixtina en Ciudad del Vaticano.
Otros italianos destacados fueron comerciantes y empresarios, que al establecer modestas bodegas en las esquinas de los barrios limeños provocaron una expresión: “el italiano de esquina”, pues sus pequeños establecimientos se encontraban siempre en una esquina, y la mitad de la cuadra estaba reservada para los inmigrantes chinos. De entre estos empresarios, arribó uno más que ya había probado suerte en Argentina y Estados Unidos, pero sería aquí en Perú que se establecería y fundaría la heladería más famosa en el país: D’onofrio.
Un apunte que no hay que dejar pasar es que el hombre encargado de la unificación de Italia, considerado uno de sus héroes más grandes, fue mitad peruano . Giuseppe Garibaldi – así como otros exiliados animosos por la unificación de Italia – llegó al puerto del Callao el 5 de octubre de 1851 y, tiempo más tarde, a los 15 días se nacionalizó peruano. Así como él, otros italianos dejaron su aporte a la historia nacional, como el italiano Antonio Ricardo, quien introdujo la imprenta en Lima y patrocinado por los jesuitas, en 1584, fue quien imprimió por primera vez un libro en el Perú, libro que también estuvo escrito en Aimara y en Quechua. O, Claudio Rebagliati quien, en 1970, restauró y armonizó, nada más y nada menos, que el himno nacional.
Los inmigrantes siempre fueron bien recibidos en el país, nunca se les excluyó ni discriminó, fueron aceptados por la patria y establecieron lazos de sangre con la gente local. Tan fuerte fue su influencia, que durante la Segunda Guerra Mundial, el Perú se había posicionado a favor los Aliados, quienes combatían contra el Eje (conjunto integrado también por Italia). Esta guerra provocó que muchos negocios alemanes y japoneses, en suelo peruano, fueran forzados a cerrar, pero a los italianos nunca se les obligo a acto similar.
En estos días, según la embajada italiana en Lima, nuestros lazos de amistad son muy profundos gracias al diálogo y a una sustancial colectividad italiana en el Perú (la gran mayoría con doble nacionalidad). Cerca de 40 mil italianos viven en Perú y alrededor del 3% de la población tiene ascendencia italiana. Algunos de los rostros más reconocibles de la cultura popular reciente: son el fotógrafo Mario Testino, el director Francisco Lombardi o el actor Giovanni Ciccia.
Así también, l’Italia no descuida ni sus intereses ni a sus compatriotas en Perú, pues cuenta con una embajada en Lima, un consulado en Cusco y otro en Chacas, además de contar con el Instituto Italiano de Cultura que fomenta la tradición y la lengua italiana. Pero, así como los italianos, Perú también ha enviado misiones diplomáticas a su país.
La relación bilateral Perú + Italia
El Estado peruano cuenta con una embajada en Roma y cinco consulados generales en la propia Roma, en Florencia, Génova, Milán y en Turín. En adición, también cuenta con dos consulados honorarios en Trieste y en Napoli.
Como lo señala la embajada del Perú en Roma, la relación político diplomática se caracteriza por un fluido diálogo político llevado a cabo mediante el intercambio de visitas oficiales y encuentros bilaterales entre altas autoridades de ambos países, como ocurrió con la visita de su más alta autoridad, la visita al Perú del Primer Ministro italiano en 2015.
Esta relación bilateral, posee un alto potencial para el comercio y las inversiones, además de un enorme interés en la cooperación científica y académica, que está obteniendo sus primeros resultados favorables catalizados a través del Instituto Italiano de Cultura.
Desde el aspecto económico, la empresa italiana en el Perú invierte un total de 127 millones de dólares, principalmente en el sector de finanzas, minería y energía .
Sobre el intercambio comercial, Perú exporta principalmente cobre refinado, el cual representa casi la mitad del total de productos que importa Italia desde nuestro país. En proporciones más pequeñas le siguen el mineral de plomo, los moluscos y el café . En total, las exportaciones se traducen en 482 millones de dólares.
La otra cara de la moneda, es decir, la importación de Italia al Perú consiste, principalmente, en repuestos de vehículos y maquinarias y, en menor proporción, productos alimenticios. Esto representa, unos 598 millones de dólares, aproximadamente.
Como hemos visto, las relaciones peruano italianas han sido muy provechosas desde sus orígenes y si bien, por distintas razones, el intercambio comercial no es realmente significativo. Esta nueva etapa para ambos países, podría abrir las puertas a una nueva era de prosperidad y cooperación. ¿Tú que crees? ¿Es importante mantener esta relación? ¿Hacen bien nuestras autoridades en buscar la cooperación científica y académica con Italia? Me gustaría saber tu opinión, aquí en los comentarios.
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